lunes, agosto 31

Escaleritas Kill Bill style

Grave reyerta en Escaleritas tras agredir una banda armada con katanas a un indigente


El céntrico barrio de Buenavista, en la capital grancanaria, vivió el pasado sábado una noche de película, con bandas, katanas, tiros al aire y dos heridos. Los residentes de la zona, que hablan pero sin nombres ni rostros, dicen que «esto no es El Polvorín, pero vamos a llegar a lo mismo».

Todo empezó cuando unos jóvenes decidieron divertirse pegándole una paliza a Facito el argentino, un hombre cincuentón que hace su vida en el popular parque de la calle Luis Benítez Inglott. Los chicos del barrio, que presenciaron la acción, defendieron al hombre, que ya había sido agredido por lo menos en otras dos ocasiones. Pero la cosa no quedó ahí. A eso de las once de la noche del sábado los agresores volvieron, dicen los vecinos que «eran muchos más», y venían armados «con katanas, machetes, bates de béisbol» e incluso pistolas de fogueo pues «sonaron disparos».

Tal revuelo se montó en el parque, frente al número 24 de la calle Luis Benítez Inglott, que fueron muchos los que se asomaron a las ventanas para ver qué pasaba. Desde allí el espectáculo era «de película». Alguno de los vecinos que en la mañana de ayer se arremolinaba en la zona del suceso afirma incluso que los agresores «son de Casablanca y vinieron encapuchados» para coger a todo el que pudieran en el parque. Otros creen que «es cosa de bandas».

Como resultado de la reyerta, dos chicos del barrio de Buenavista tuvieron que ser atendidos en el lugar y trasladados a dos centros hospitalarios de la ciudad. Según la información facilitada a este periódico por el Servicio de Urgencias 1-1-2, uno de los heridos es un varón de 32 años que sufre traumatismo facial y de rodilla, que fue evacuado en una ambulancia de soporte vital avanzado del Servicio Canario de Urgencias (SUC) al Hospital Doctor Negrín. El otro herido, también varón, tiene 34 años y presentaba un traumatismo en la región glútea, siendo evacuado por una ambulancia de soporte vital básico del SUC al Hospital Insular. A su vez, las diligencias previas fueron llevadas a cabo por la Policía Nacional

Paseaba al perro.

Los dos heridos son vecinos del barrio, uno de ellos precisamente del edifico Altamira, que se alza a sólo unos metros de donde tuvo que ser asistido tras ser agredido con una katana. Dicen que sólo pasaba por el lugar, que estaba paseando al perro cuando se vio acorralado.

En la mañana de ayer aún quedaban los restos de lo sucedido. Una sábana ensangrentada, vías, suero fisiológico, guantes, gasas..., además de un charco de sangre seca, recordaban sobre lo acera la agresión. Alguno, mirando la postal, aseguraba que «pasó lo que tenía que pasar». Y es que los residentes tienen miedo de que pueda pasar aún algo peor. Afirman que el barrio se ha deteriorado mucho y que el parque, donde se reúne gente del barrio, inmigrantes e indigentes que viven en él, sufre un gran abandono.

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