Tras más de cinco horas de deliberación, el Jurado Popular ha absuelto del delito de asesinato al 'Karateca', por lo que el magistrado-presidente ha ordenado su libertad. No obstante, al estar cumpliendo una pena por un delito de salud pública, su puesta en libertad no será inmediata, sino que tendrá que esperar tres años más hasta que la misma se cumpla.
Según el objeto del veredicto del jurado, éste considera no probado que el 'karateca', en compañía de los dos testigos que han comparecido en el juicio, apodados como 'el abogado' y 'el bombero', obligara a la víctima, conocida como 'El Gordo', a montarse en una bicicleta estática que se encontraba en su domicilio, en la pedanía murciana de El Palmar, y sacara una pistola de 9 mm 'parabellum'.
Tampoco se prueba que éste lo encañonara amenazándolo con pegarle un tiro si dejaba de pedalear, haciendo caso omiso a los ruegos de los dos testigos, que trabajaban para él, para que no llevara a cabo tal hecho; y que disparara a bocajarro en la cara produciéndole la muerte inmediata. Para el jurado, cuyo veredicto se ha basado en las respuestas de seis cuestiones que previamente el magistrado presidente del Jurado ha entregado, tampoco es probado que el cuerpo de la víctima, con la ayuda de terceras personas, fuera desmembrado cortándole las piernas por orden del 'karateca' y enterrado en una finca de un conocido suyo.
Y es que, en opinión de los miembros que componen el jurado popular, los testimonios de los dos testigos, que han asegurado que fue el 'karateca' quien disparó y descuartizó al fallecido porque 'era un perro que le había robado y había intentado abusar de una de sus 'chicas', no merecía vivir y sabía demasiado sobre sus 'trapicheos'', carecen de credibilidad 'por multitud de contradicciones que se consideran importantes por la trascendencia de los hechos'.
De forma que considera que tanto los dos testigos como el 'karateca', para el que el fiscal pedía 17 años de cárcel tras rebajarla, presenciaron e intervinieron en los hechos pero no queda probado que fuera Pedro quien apretara el gatillo de la 'parabellum'.
Así, lo único que queda probado es que el acusado mantenía cierta enemistad con la víctima. En este sentido, el 'karateca', tras conocer el objeto del veredicto, ha aclamado que 'cuando la honradez está por medio se hace justicia'. 'Se ha rebelado la verdad y cuando se encargan de hacer justicia personal humildes es lo mejor que me ha podido pasar', ha manifestado al término de la lectura del veredicto, dejando patente su alegría.
Por su parte, el letrado de la defensa, José María Caballero, ha valorado el veredicto, porque 'se ha hecho justicia y el jurado ha visto que había dudas y contradicciones sobre puntos importantes y que no está probado que fuera el que disparó'.
Las preguntas han hecho referencia a los hechos alegados por el fiscal, a los que determinan si el acusado tenía algún problema con el fallecido, la precisión del hecho, el desmembramiento del cadáver, si se uso pistola sin autorización, la culpabilidad de la muerte del fallecido que no pudo defenderse y el criterio del jurado sobre la petición de indulto.
