lunes, septiembre 26

Un joven mata a su padre con un sacho tras una riña familiar en Santa Brígida

Una discusión familiar en el barrio de La Angostura, en el municipio de Santa Brígida, acabó ayer en tragedia con la muerte de un hombre de unos 64 años que fue agredido con una herramienta agrícola. El presunto agresor, su hijo de 37 años, fue detenido por efectivos de la Policía Local de Santa Brígida y de la Guardia Civil de San Mateo en el propio domicilio, sin que este opusiera resistencia alguna, según fuentes policiales.

El fallecido, que responde al nombre de Andrés Santana Alonso, y su hijo, Marcos S. S., habían salido a cazar durante la mañana y a su regreso, pasadas las 15.00 horas, se produjo la citada riña familiar por razones que se desconocen y en la que se vio implicada la mujer. Fue la pareja y madre del presunto agresor quien alertó a los vecinos de lo que ocurría en su casa al plantarse a la puerta de su vivienda, la planta baja de un inmueble situado en el número 441 de la carretera de La Angostura, visiblemente ensangrentada fruto de la citada pelea. Un vecino, conocido de la familia, llamó a la Policía Local y 112, quienes pusieron en marcha el operativo en colaboración con la Guardia Civil.

La mujer fue trasladada con diversas policontusiones y un cuadro de ansiedad leve al centro de salud de Santa Brígida, donde permanecía ayer por la tarde sin conocer el estado de salud de su pareja, y acompañada por una de las dos hijas del matrimonio que no residen en esta vivienda. Al parecer, una discusión entre el fallecido y su mujer hizo que el hijo terciara de por medio en favor de la madre, consumando la presunta agresión que le costó la vida al padre. Presuntamente, el marido, que se había significado en varias ocasiones con episodios de malos tratos hacia su cónyuge, según corroboraron ayer distintas fuentes policiales, fue quien se puso violento con su pareja, lo que hizo que su hijo saliera a defender a su madre, y ésta sufrió las heridas al intentar mediar sin éxito entre ambos.

El equipo médico y la ambulancia medicalizada que se trasladaron hasta el lugar solo pudieron certificar el fallecimiento. El difunto, según pudo conocer este periódico, presentaba heridas en el cuello y en el pecho fruto de varios golpes que recibió de su presunto agresor.

No era la primera vez que padre e hijo mostraban de esta manera sus diferencias. Los vecinos del barrio recordaban ayer que hace varios años se produjo un incidente que pudo costarle la vida a Marcos S. S., al coger su padre una de las escopetas de caza y disparar varios tiros sin que alcanzara a su hijo, teniendo este que huir ladera arriba hacia una de las cuevas que allí se localizan, hasta que la Guardia Civil pudo localizarlo y convencerlo de que volviera a casa. A partir de entonces, al fallecido se le retiró la licencia de caza y las armas de fuego, e incluso el hijo retiró la denuncia ante la Guardia Civil.

Padre e hijo se encontraban en paro, albañiles de profesión y aficionados a la caza. Ayer, los más allegados a la familia mostraban su extrañeza porque habían regresado más temprano de lo habitual en sus salidas con los perros. Los mismos animales, hasta 30, que había en la casa, que anoche no paraban de ladrar en una casa vacía y precintada.

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