La Policía Nacional detuvo ayer a un hombre de nacionalidad rumana de 21 años bajo la acusación de haber matado a su mujer, de 19 y embarazada de cinco meses, y cuyo cadáver mostró a su padre en Rumanía a través de una webcam.
El suceso y la detención tuvieron lugar ayer en el número 31 de la calle Granados de Torrejón de Ardoz, según la Policía Nacional, que ha subrayado que el arresto fue facilitado por la colaboración de la Policía rumana.
Aparentemente, la víctima comunicó al agresor su intención de romper la relación y le dijo que el hijo que esperaba no era suyo.
La madre de la mujer asesinada ha dicho no saber si la pareja tenía problemas, ya que no quería meterse en medio de la relación, que duraba, según ha calculado, unos cinco años.
Ha explicado que su hija no le contaba los problemas que tenían, y ha opinado que éstos debían de ser como los de cualquier otra pareja joven.
Según el relato de la madre, el presunto homicida había encontrado empleo en los últimos días -aunque no parecía estar muy contento-, y ha dicho no comprender por qué se encontraba en el domicilio por la mañana en vez de en su puesto de trabajo.
Un vecino del edificio ha declarado a EFE Televisión que los dos jóvenes se mostraron siempre como personas 'muy normales' y 'muy educadas', y que el presunto agresor no parecía una persona violenta.
De acuerdo con las primeras informaciones, el agresor, D. M., estranguló a su mujer, V. M. y se lo comunicó a su padre por internet, quien informó a la policía rumana y ésta, a su vez, avisó a la Policía Nacional española.
Además, en la videoconferencia aseguró a su padre que en cuanto llegara a casa su cuñada -hermana de la víctima-, de 13 años, también la mataría.
Ni el joven ni su pareja tenían antecedentes policiales ni existe constancia de que tuvieran relación con mafias o grupos delictivos; tampoco hay denuncias registradas por malos tratos ni se había interpuesto una orden de alejamiento.
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